Por José Núñez
Las accidentadas elecciones generales de nuestro país ya entran en su etapa final en su primera parte, y la nombro con ese calificativo de friccionaría porque el Covid-19 la ha puesto en esas circunstancias.
Las mismas nos traen a la memoria un sabor doblemente amargo porque en el proceso pasado de las elecciones municipales que supuestamente se celebrarían el 16 de febrero último, fueron pospuestas repentinamente y realizadas también rápidamente el 17 de marzo de 2020.
Esa situación tan bochornosa descripta anteriormente, se va a quedar en un secreto o en el limbo sobre los verdaderos responsables de tal afrenta, independientemente de la magnitud de ese fisco gerenciado por la Junta Central Electoral (JCE), y que se conoció la noticia negativa a nivel mundial.
Inclusive, una comisión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), calificó los 21 hallazgos en el sistema informático de la JCE como debilidades del mismo, donde se da a entender que no fue causado expresamente, lo que ha provocado que muchos pongan en cuestionamientos esas conclusiones.
Pero las elecciones del próximo 5 de julio tienen que realizarse, a pesar de que hacen recordar acontecimientos no muy gratos a nivel electoral y que son de un pasado muy reciente.
Por lo tanto, la situación que vive el mundo con esta pandemia del temido y mortal Coronavirus o COVID-19, donde en realidad había cambiado el escenario electoral pos elecciones municipales, y ahora este virus hizo que se movieran las elecciones del 17 mayo pasado para el primer domingo de julio del presente año.
Entonces, ahora se oyen las consignas de los tres principales aspirantes presidenciales que se debaten entre; un gobierno de nuevas ideas, que el cambio va, o un camino seguro para lo que está y después de esta tragedia mundial.
En este contexto vamos a exponer sucintamente cada uno de estos eslóganes, las intríngulis que envuelven y que tan creíbles o acertados pueden ser en las voces de cada uno de los candidatos presidenciales; Gonzalo Castillo, Luis Abinader y Leonel Fernández, que en definitiva será uno de ellos el presidente de la República para el período constitucional 2020-2024.
Las nuevas ideas del señor Gonzalo Castillo, el aspirante presidencial del partido gobernante y que lleva 16 años ininterrumpidos en el poder, y 20 de los últimos 24, hace muy bien en decir que es un candidato de pensamientos nuevos.
Es que con tanto tiempo su partido en el poder (Gonzalo Castillo no era miembro del PLD en
su primer mandato de los años 1996 al 2000), obviamente que como «hasta la belleza cansa», y no es que todo esté o sea bello en la patria de Juan Pablo Duarte, pero su argumento de campaña es válido independientemente de la mudez inaudita de éste aspirante presidencial frente a los medios de comunicación y los sectores sociales y económicos que promueven los debates a ese nivel.
Por lo tanto, de ahí la causa para escudarse en mensajes políticos clientelistas y solidarios apoyando en la situación actual de incertidumbres social y económica más que en su eslogan de un hombre de ideas, porque el mismo Gonzalo se ha encargado de demostrar que si posee esas «Nuevas Ideas», no las puede o no las sabe explicar, lo que puede hacer que su mensaje caiga en el precipicio.
Ahora vamos a ver la presentación de la pujante candidatura presidencial de Luis Abinader y los perremeístas, la que se ha mantenido en la delantera en casi todo el proceso (con sus altas y sus bajas), la cual apuntaló con mucha fuerza después de la división formal en octubre del año pasado, del partido en el poder, el de la Liberación Dominicana (PLD). Y también este proyecto creció y se afianzó pos elecciones municipales en el mes de marzo.
Pero ahora se dice, que el COVID-19 ha provocado lo inverso a lo causado por las posposiciones de las elecciones municipales de febrero, lo que está por medirse en las urnas es la intensidad del efecto negativo para los del PRM y Luis Abinader.
En este escenario, la consigna o eslogan que «El Cambio Va», será siempre agradable a los oídos y a las esperanzas de la gente, especialmente si se vive en una nación subdesarrollada como la nuestra, con tantas décadas y siglos de falencias sociales acumuladas en prácticamente todos los órdenes.
Nos vale hacer la observación, que en el último medio siglo, especialmente en sus treinta años finales, en el país los cambios favorables son notorios en los avances sociales y económicos.
Ahora bien, esas interesantes palabras sobre de que «El Cambio Va», están bien concebidas, pero teniendo la conciencia que el cambio de darse, será más de estilo que del tipo revolucionario, y que si se produjera, ojalá sea para el bienestar del país, nunca jamás para un retroceso en sentido general.
Ya que de ganar el PRM, y falla en el gobierno, ahí sí es verdad que los partidos políticos que vengan de aquí en delante de los orígenes del PRD y del propio PRM, si esta vez tienen cuatro períodos consecutivos fuera del poder, podrían en la próxima estar medio siglo alejado de éste, y cuidado.
El otro eslogan que se vende en el mercado electoral criollo, es el de «Un Camino Seguro», fundamentando Leonel Fernández sus mensajes en los tres gobiernos que ejecutó, y en honor a la verdad, es un eslogan que se puede contrastar con los hechos, porque sus gobiernos están a la vista de todos, son de un pasado muy reciente en términos históricos.
Por lo tanto, en esta situación de pandemia que de seguro va a seguir impactando en lo social y económico con mayores furias en las naciones subdesarrolladas, que es donde se nos coloca a nosotros, Leonel le manda un mensaje a los electores del país con su eslogan de «Un Camino Seguro».
Es decir, los dominicanos tendrán el reto de decidir, si se van con el que conoce de momentos de incertidumbre (Leonel Fernández) por el panorama sombrío del futuro, o si por el contrario quieren ir al cambio independientemente de que en esta coyuntura se sabe que no posee experiencia (Luis Abinader).
O también, si prefieren la opción de las manos solidarias aunque no de las explicaciones (Gonzalo Castillo) de cómo seguir esa forma de gobernar, porque en realidad es un modelo del pasado y agotado.
En fin, se escogerá entre las nuevas ideas de uno que no es político, pero con su partido, el PLD, con 16 años ininterrumpidos gobernando y 20 de experiencia, frente al cambio esperanzador rodeado de muchos veteranos que fueron parte de un intento fallido (el PRD gobernando del 2000-2004).
Aunque también en el PRM está acompañado de jóvenes talentosos y comprometidos con un mejor país.
Las dos consignas electorales anteriores tienen de frente a la oferta sólida y madura por demás, con el mensaje de un camino seguro, el cual también es conocido por la gran mayoría, ya que Leonel Fernández ha gobernado en tres ocasiones (1996-2000, 2004-2008 y del 2008-2012), donde ahora luce renovado con su nuevo partido la Fuerza del Pueblo.
Así es que elija usted «compai Juan»…, la suerte está echada y el destino nos acecha según nuestras decisiones.